Hace unas horas platicaba con un nuevo amigo -que espero con el tiempo se vuelva un gran y viejo amigo- que mi blog empezó como una simple forma de expresar las ideas, pensamientos y sentimientos, con un toque medio dramático -así soy... que le vamos a hacer??- pero siempre con la intención de sacar algo bueno, curioso o simpático... dependiendo.
Llevo un ratito leyendo los posts y me doy cuenta de que esto se volvió un consultorio psiquiátrico, con todo y su diván junto a la caja de kleenex para llorar a gusto. Válido pero injusto... no quiero postear solo lo malo que me pasa, porque a decir verdad últimamente también me pasan cosas buenas.
Después de dos inicios realmente malos... -todo hay que decirlo y más nosotros tan sinceros- empieza a darse algo que de verdad está valiendo la pena. Les resumo lo básico del dating resaltando lo más importante, siempre un señor, dispuesto, responsable y congruente... no se puede pedir más -aparte de guapo, gallego, abogado y suuuuuper inteligente-.
A pesar de mis experiencias, mi corazón racional y mi imposibilidad de confiar en los hombres, esta vez muy contenta me doy chance de querer y que me quieran, disfruto los mensajes y llamadas, le doy besitos y miro orgullosa a mi nuevo novio, quien una vez aclarados TODOS los puntos pertinentes, decide jugarse las mejores cartas con mis montones de fantasmas, esperando ganarles la partida.
Creo que no importa la forma como le pida las cosas, en el fondo se que Dios siempre me escucha y es el único al que no puedo echarle choros y tratar de engañar con historias de autosuficiencia y pseudofortaleza... Gracias porque llegó y en definitiva, lo que pase, que nos traiga cosas buenas a los dos, así sea una despedida en condiciones... -ahí va otra vez el drama, jajaja-.
10 besos a ti si lo lees... y si es así, me los cobras.
