viernes, 29 de agosto de 2008

25


Un cuarto de siglo, dos décadas y un lustro... y 5 años pa los treinta...


Se pasa rapidito la vida y aunque siempre mi cumpleaños había sido un detonador de absoluta felicidad, esta vez me pone un tanto reflexiva... y es que no es lo mismo cumplir 5 que 10, que 15... ó 25!


Extrañé mis cumpleaños de fiesta, piñata y pastel, de dulces y juegos, de risas de los primos.

Esos cumples donde lo más padre era al final de la fiesta cuando abría los regalos. Extrañé la ilusión de despertarme en la mañana y estar feliz porque era "MI cumpleaños" como si eso me hiciera inmune a cualquier obligación o tristeza, al menos por ese día. Con los años mis cumples se han vuelto más normales y también más predecibles, siempre ir a cenar, un pastelito con los intimos y ya está. Ahora los mejores regalos me los doy yo misma cuando puedo hacer crecer -un poquito más- mi tolerancia a la frustración o el amor que siento por los mios y soy capaz de demostrárselos.


Se pasa rápido la vida y me voy dando cuenta de que disfruto mucho más los silencios cómplices que los grandes bullicios, busco más sentirme cómoda que sentirme realizada, ya le huyo al "performance" y me empieza a dar igual estar siempre y en todo perfecta, me doy más chance a mi misma y tal vez lo más triste de todo... ya no me sorprendo con cualquier cosa. -debo estar envejeciendo- jajaja


Algo bueno que te dejan los años, es la certeza de que todo pasa y aquellas cosas que en su momento pudieron quitarte el sueño o hacerte la persona más infeliz de la tierra, son con el tiempo recuerdos chistosos, fósiles emocionales y pruebas fehacientes de tu paso por la vida, que si miras para atrás, te ayudan a ver lo mucho, muchísimo que has caminado, cambiado y construido.


Happy 25th birthday to meeee!!