
Todo iba perfecto... mucho trabajo, muchos compromisos... tantas cosas en que ocuparse, que no había tenido tiempo para sentir.
Llevaba una temporadita bastante tranquila, compuesta por sólo una salida con mi galancito puberto, muy simpático y platicador el hombre, pero esta vez sin esa sensacion de necesidad... necesidad de quedar bien, de que me volviera a hablar, de volver a salir, de que estuviera pendiente...
Como diría Joaquín Sabina... llevaba yo una "racha de amor sin apetito" todo en paz y sin preocupaciones, por primera vez en muchíiiiisimo tiempo, tanto que ya no puedo ni acordarme cuanto, pero seguro unos... 8 años?? sin sentir que "alguien me gustaba" y también, por primera vez, conforme con eso.
Fría, distante, tempano de hielo... iba yo por la vida hasta que me tope con un sábado lleno de tiempo y vacío de planes, listo para atacarme con una programación televisiva llenita de películas de romance, de esas en las que ves que el amor siempre triunfa y las mujeres amanecen hermosas, con el pelo como acabado de ir al salón... y ellos, bueno son sensibles, valientes y dispuestos, todos unos caballeros, de los que ya no hay o están casados.
Así me quede, sentada en la cama abrazando una almohada -a falta de contacto humano- con el ojo musgoso y el corazón sensible... con ganas, por primera vez -después de mi racha de autosuficiencia y antisociabilidad- de un novio... como ese que tenía hace no tanto, que a pesar de sus cosas muuuuuy malas, sabía apapacharme y era bien lindo.
Me hacen daño los chick flicks... ya no los voy a ver, además el sentimiento me pegó más fuerte, porque no tuve como compensarlo y nivelar mi serotonina con algo rico de comer... siguen los buenos hábitos, sigue la disciplina y también el mal humor.
Pero bueno, ya me quité la coraza un ratito y hasta me di permiso de ser honesta aquí, pero creo que voy a seguir siendo fuerte, antisocial e independiente, mutilando mi lado cursi y rosita porque la verdad no me trae nada bueno, sólo puros dolores de cabeza, cortadas en el corazón y picadillo de sueños. Ser linda no es la opción.